jueves, 14 de julio de 2011

Universitarios de escuelas pobres acceden a los créditos más desventajosos del sistema

Cambios en el financiamiento estudiantil.

De los 91 mil alumnos que obtuvieron Crédito con Aval del Estado en 2010, más de 85 mil provienen de escuelas municipales y subvencionadas. Si cursan una carrera de cinco años, pueden egresar con una deuda mayor a los $22 millones.


Pablo Obregón Castro 


El Crédito con Aval del Estado (CAE) es caro, pero por ahora es el principal vehículo que tienen las familias pobres y de clase media para que sus hijos accedan a la educación técnica y profesional.

¿Por qué es caro? Porque tiene una tasa de interés que recién este año bajó a 5,3%; es decir, más del doble que el crédito con Fondo Solidario, que es de sólo 2%. Este último está reservado sólo para los alumnos de las universidades tradicionales, quienes provienen en un 56% de los dos quintiles más ricos del país.

Y es el principal vehículo de acceso a la educación superior que tienen los jóvenes más pobres, porque del total de fondos asignados para el CAE entre 2006 y 2010, el 70% se destinó a alumnos provenientes de hogares cuyos ingresos oscilan entre $53.185 hasta los $90.067 por cada integrante familiar.

Además, de los 91 mil alumnos que accedieron al crédito con garantía estatal en 2010, más de 85 mil son egresados de escuelas municipales y particulares subvencionadas, quienes siguen estudios fundamentalmente en instituciones que no tienen procesos de selección, sino sólo de admisión.

Las diferencias de financiamiento entre los alumnos de universidades privadas y tradicionales son enormes. Un estudiante de psicología que paga cinco años de carrera con CAE, tendrá que cancelar una cuota mensual de 4,04 UF durante 20 años. Esto es, más de $21 millones.

Uno con fondo solidario, en cambio, podrá comenzar a pagar después de 24 meses de haber egresado y la cuota anual será igual al 5% del total de ingresos que haya obtenido el año anterior. El plazo máximo de devolución es de quince años, y si después de ese tiempo no alcanzó a pagar toda la deuda, ésta se extingue.

Y si durante un año no genera ingresos -porque estuvo desempleado, viajó o se enfermó- no paga.

Del mismo modo, un estudiante que se endeuda con CAE por un periodo de quince años puede terminar pagando hasta 4 veces más de intereses que uno que lo hizo a través del Fondo Solidario.

Las universidades que más usan el créditoDe las veinte instituciones que más utilizan el Crédito con Aval del Estado, diecisiete no pertenecen precisamente al Consejo de Rectores. Pese a esto, son estas últimas las que han llevado la voz cantante en las movilizaciones tendientes a reducir el costo de este medio de financiamiento estudiantil.

Las universidades privadas Andrés Bello, Santo Tomás, San Sebastián y el Duoc son las cuatro instituciones que más utilizan este mecanismo de financiamiento. En conjunto, sus alumnos concentran el 33% del total de los fondos con garantía estatal asignados entre 2006 y 2010.

En el caso de la Universidad Andrés Bello, su propietario es el fondo canadiense Laureate, el que además controla la Universidad de Las Américas y el Instituto Profesional AIEP. La Santo Tomás y la San Sebastián, en cambio, están en manos de fondos nacionales.

La nueva fórmulaLa prioridad del Gobierno es reformular este sistema de financiamiento universitario y, posteriormente, abordar el anuncio presidencial de crear una superintendencia de educación superior.

Tras la reunión sostenida con el Consejo de Rectores, el miércoles pasado, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, se comprometió a que dentro de los próximos treinta días se enviará un proyecto de ley que reducirá, al menos, a 4% la actual tasa de interés que grava a estos créditos.

La fórmula que se utilizará no está definida, pero fuentes de Gobierno señalan que una de las opciones que se barajan es aumentar la recompra de créditos por parte del fisco.

Desde que se creó el CAE, el fisco subsidia la tasa de interés a través de dos mecanismos: recompra una parte de la cartera de créditos (52% entre 2006 y 2010) y garantiza junto con las universidades el remanente por hasta el 90% de su valor.

En estos cinco años, ha desembolsado US$ 702 millones para hacer que este mecanismo de financiamiento funcione con tasas razonables para las familias. Sin este aporte fiscal, los bancos no estarían dispuestos a participar por una tasa inferior al 10%, que es el equivalente a un crédito de consumo.

Uno de los puntos en que existe plena coincidencia entre el Gobierno y el Consejo de Rectores es que el compromiso de recompra de créditos por parte del fisco es reflejo de que el sistema, tal cual como fue diseñado, no es suficientemente atractivo para atraer los recursos frescos que necesitan los estudiantes, que fue el objetivo buscado al reunir en este nuevo mecanismo de crédito al Estado y a los privados.

Por lo mismo, el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, valoró el hecho de que el Ministerio de Educación se haya comprometido a convocar a un grupo de expertos para rediseñar completamente este mecanismo de financiamiento estudiantil.

"El Presidente ha establecido que se va a buscar que el Crédito con Aval del Estado llegue al 4 por ciento o menos. Esa es una buena noticia para todas las familias chilenas. Y hacer un aporte para que el 40 por ciento de los estudiantes más vulnerables tengan becas también es una buena noticia, pero eso tiene que ir asociado a exigencias muy estrictas de calidad al tipo de institución que reciben esos beneficios", señaló Pérez tras la reunión en que se retomó el diálogo entre el Gobierno y el Consejo de Rectores.



"Que el 40% de los estudiantes vulnerables tengan becas es una buena noticia, pero eso tiene que ir asociado a exigencias muy estrictas".Víctor Pérez Rector U. de Chile

"El proyecto más urgente es el cambio en el Crédito con Aval del Estado, y tenemos un compromiso de enviar ese proyecto de aquí a treinta días". Joaquín Lavín Ministro de Educación 


Universidades tradicionales tienen 31% de los alumnos y 65% del dinero.

Los mecanismos de financiamiento universitario son altamente regresivos. La Universidad de Chile, por ejemplo, tiene el 3% de la matrícula total del sistema y, sin embargo, recibe el 12% de los recursos destinados a la educación superior, según cifras del Mineduc.Las instituciones que son parte del Consejo de Rectores, en tanto, tienen 31% de la matrícula total y se llevan el 65% de todos los fondos para créditos, becas, etc.En el polo opuesto, los Centros de Formación Técnica -donde estudian mayoritariamente alumnos de los segmentos más pobres- tienen el 35% de la matrícula total y captan sólo el 15% de los fondos de apoyo fiscal.




Fuente: El Mercurio, domingo 10 de julio de 2011. http://bit.ly/oOAUUE

No hay comentarios:

Publicar un comentario